Francisco y los jóvenes, entre los cuales también había musulmanes, budistas y judíos, escucharon el saludo del P. Rómulo Aguilar, coordinador de la JMJ, quien señaló que el ansia de los voluntarios de servir y construir una nueva sociedad “no es más que el eco de Dios que todos llevamos dentro”; y los animó a mantener “siempre el corazón inquieto y la convicción de que es Dios quien les ha traído de la mano y les ha llenado la vida de fuego divino”.
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